Personas queridas,
Espero que os animéis a una nueva línea de discusión: Adicciones, cerebro y nutrición.
A los que han visitado el blog y no han visto más actualizaciones en 2011, me explico: fue el año de mi conclusión del Máster en Fisiología Integrativa en la Universidad de Barcelona, y entre trabajos, mudanza de piso y viajes, fue necesario alejarme un poco de mis pasatiempos y del blog.
El tema de este mes es una introducción a las consecuencias del peso corporal tras dejar de fumar. Todavía no se hablará de mecanismos que pueden llevar al incremento de peso, sino de técnicas para prevenirlo en “recién” ex - fumadores. En las próximas entradas temáticas de este blog tengo la intención de profundizar sobre el mecanismo de abstinencia en el cerebro y lo que lleva a favorecer el incremento de peso.
España es unos de los países europeos de mayor consumo de tabaco, notablemente observado entre adolescentes, adultos y gente mayor. Este cuadro es predictivo de un futuro agonizante en cuanto a la salud pública, costes con tratamientos farmacológicos y tasas de mortalidad.
Si eres fumador o conoces alguien que piensa en dejar de serlo, pero aún no lo ha tomado en serio, por favor haz llegarles esta resumida guía de "cómo parar de fumar con cuidados (de alimentación) que previenen del incremento de peso ”.
- Cuando empiezas a parar de fumar es importante que te concentres en maneras de mantenerte sano, más que en los quilos que puedes ganar. Es más probable que consigas parar de fumar definitivamente y más rápido cuando te propones, en primer lugar, enfocarte en no fumar en vez de vigilar tu peso cada día.
- Come frutas y vegetales en abundancia, y modera o reduzca el consumo de grasa semanal (lácteos enteros, aceites, margarinas, carnes y pescados grasos). Consulta un nutricionista o busca listas de alimentos equivalentes por grupo, para ser más creativo en la preparación de tus comidas y a la vez moderar las calorías consumidas.
- Come entre 5 y 6 veces al día, raciones moderadas de alimentos frescos. Al comer solamente 1 o 2 comidas abundantes al día se provocan picos extremos de la glucosa sanguínea, desbalances energéticos y metabólicos peligrosos que también alteran el humor y el estado mental, a parte de aumentar las ganas de fumar. Además, el cuerpo retiene más ácidos grasos (almacenados en el tejido adiposo, hígado y arterias por ejemplo) cuando la frecuencia de alimentación es reducida, favoreciendo la grasa localizada y ciertas enfermedades.
- Evita alimentos azucarados o picantes, pues favorecen el deseo de fumar en seguida.
- Pasa algunos meses sin beber alcohol, café o cualquier otra bebida que relaciones al tabaco. En su sitio, toma tés, zumos naturales, agua, bebidas isotónicas, preferiblemente sin azúcar.
- Como postres, elije frutas partidas como clementinas, o frutos secos, que enriquecen tu dieta con nutrientes esenciales y a la vez mantienen tus manos ocupadas por un tiempo.
- Busca actividad física relajante o cualquiera de tu preferencia. Eso mantendrá tu musculatura y metabolismo activos, y previene el aumento de peso. Estipula un reto de por lo mínimo 30 minutos de ejercicio, 5 días por semana. Si no te sientes preparado, consulta un médico o profesional de actividad física para prescribir un plan adaptado a tus necesidades.
- Encuentra nuevos hábitos que te hagan vivir en una nueva atmósfera sin humo. Respira fondo cada vez que necesites calmarte. Imagina tus pulmones llenos de aire puro. Enciende una vela aromática en vez de un cigarrillo. Lávate los dientes después de cada comida o merienda, y disfruta de la sensación de frescor. Evita estar aburrido, y recuerda que cualquier frustración puede romper con la abstinencia al tabaco. Evita discusiones, conducir en horas de mucho tráfico, etc.
Ahora ya sabes, para dietas personalizadas contacta conmigo en el
lianutricion@gmail.com
y concertamos una cita.
Un saludo!